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¡Esta ha sido una semana increíble! Experimenté de primera mano una revolución en el liderazgo social: el despertar de Puerto Rico. La isla se movilizó, con éxito, para exigir la renuncia del gobernador en medio de un escándalo de corrupción. Esta no fue una revolución de izquierda o de derecha. Esta fue una revolución pacífica de liderazgo social.
Este mes, los puertorriqueños han abrazado a su líder social interno. Cada uno de ellos dedicó su corazón y alma a hacer de su isla un lugar mejor para todos. Se han inspirado y alimentado mutuamente. Lo que me parece fascinante es que cada uno lo ha hecho a su manera.
Los Jóvenes
Los Millenials y los estudiantes han estado a la vanguardia del movimiento. Ellos son los que han organizado protestas y estuvieron 24/7 frente a las barricadas. Los jóvenes se describen a sí mismos como la generación «yo no me dejo». Por lo tanto, han inspirado a sus padres y compañeros a creer que un nuevo futuro es posible.
Los Periodistas
Los periodistas independientes han servido como líderes sociales a través de sus reportajes de investigación sobre corrupción. Ellos han desenmascarado verdades incómodas al público a través de plataformas no tradicionales, como las redes sociales.
Los Artistas
Puerto Rico es mundialmente conocido por su música. Músicos famosos, como Ricky Martin, Residente o Bad Bunny, mostraron liderazgo social al unirse a las protestas y pedirles a sus seguidores que también lo hicieran. Artistas de todos los medios protestaron en su propio estilo: escribieron canciones, bailaron en las calles, hicieron performance, etc.
Los Dueños de Pequeños Negocios
Muchos propietarios de pequeñas empresas sacrificaron sus ganancias al cerrar sus negocios para unirse a las protestas o darles tiempo a sus empleados para hacerlo. Algunos utilizaron sus redes sociales comerciales para dar a conocer sus puntos de vista, por ende, alentaron a la comunidad empresarial a ver el movimiento como un problema social no partidista.
La Diáspora
Los millones de puertorriqueños que viven fuera de la isla organizaron manifestaciones en sus comunidades, firmaron peticiones y presionaron a sus líderes locales para que tomaran una posición pública sobre el tema.
El Público, especialmente Mujeres
Finalmente, el ciudadano común se convirtió en un líder social. La gente protestó, limpió el sitio de las marchas, publicó en las redes sociales y animó a la economía local comprando productos en las tiendas afectadas por las protestas. Familias, jubilados, grupos de amigos…parecía que casi todos hacían algo en apoyo de este movimiento.
En los próximos meses, seguiré analizando las lecciones de liderazgo social que aprendí del despertar de Puerto Rico. ¿Cuáles crees que son las lecciones más importantes?
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