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A fines de abril de 2020, decidí tomarme unas vacaciones de cuarentena. Más de un mes después que empezó la pandemia, me sentía agotada. Sentí que no tenía nada que decir en mi blog. Necesitaba hacer una pausa y reponer mi cuerpo, corazón y alma. ¡¿Quién hubiera sabido que hacer esta pausa se convertiría en 4 meses tan transformadores?! A veces, la mejor forma de avanzar es dar un paso atrás. Esto es lo que aprendí durante mis vacaciones de verano en cuarentena.

Responder constructivamente

¿Por qué lo llamé vacaciones de cuarentena, en lugar de sólo cuarentena o confinamiento? No quería que las circunstancias nos definieran, sino por mi respuesta a ella. La elección de «vacaciones de cuarentena en casa» me recordó que debía aprovechar al máximo mi estadía en casa. No tenía el control de mi ubicación, pero ciertamente era libre de elegir mi actitud. El Dr. Fred Kofman llama a esto capacidad de respuesta.

Agradece hacer superado las pruebas pasadas

Las dificultades pasadas nos enseñan lecciones poderosas. Haber vivido el huracán María me preparó para algunos de los desafíos que enfrentamos este verano. Después del huracán, simplifiqué mis finanzas para lidiar estar sin empleo durante largos períodos. Con eso aprendí a afrontar mejor la incertidumbre prolongada. Las lecciones de esa época también me mostraron patrones que quería evitar en situaciones estresantes futuras. Ver morir a miles me hizo comprender mi responsabilidad individual en una crisis de salud pública. También me hizo muy consciente de mi privilegio.

En el caos, simplifica

Pandemia, injusticia, agitación, caída libre económica, tormentas: el mundo parecía sumido en un caos absoluto. Mientras la tormenta azotaba afuera, necesitaba calma en mi entorno personal. Entonces, simplifiqué todo y volví a conceptos básicos: cocinar alimentos sencillos y cuidar mis plantas. Reduje mis pertenencias y organicé mi espacio. Desarrollé rutinas fáciles para no aumentar la sensación de caos general.

Crea espacio a través del silencio

En lugar de tratar de encontrarle sentido a la locura que sucedía en el mundo, me senté en silencio. Nunca había pasado tanto tiempo mirando por la ventana, escuchando el canto de los pájaros. Al aclarar mi mente, me permitió tener nuevas ideas y ver posibilidades.

Escucha y acepta el no saber

¿Por qué debemos tener una opinión sobre todo, incluso sobre cosas de las que no sabemos nada? Mucha gente me ha preguntado qué pienso sobre las mascarillas, los cierres, la reapertura de escuelas, quitarle fondos a la policía, etc. Mi respuesta: «No sé. Escuchemos a los expertos». Me he centrado en escuchar en lugar de formarme opiniones. Eso Ha sido una gran puerta de entrada al crecimiento y la colaboración con otras personas.

Aprender es reafirmar la vida

Este verano, concentré mi energía en aprender. Tomé cursos en línea y me uní a grupos de discusión muy diversos. Aprender cosas nuevas me recordaron que el mundo está lleno de posibilidades y maravillas. En un verano tan lleno de luchas y muerte, fue muy reafirmante experimentar un crecimiento y renacimiento.

Deja entrar la luz

“La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad: solo la luz puede hacer eso. El odio no puede expulsar al odio: solo el amor puede hacer eso.” Martin Luther King, Jr.

Dejo entrar la luz, tanto física como emocionalmente. Todas mis ventanas estaban abiertas. Mis redes sociales estaban llenas de optimismo constructivo y personas que se ayudaban entre sí. Me inspiraron aquellos que todavía están tratando de hacer del mundo un lugar mejor de una manera alegre. Los tiempos difíciles exigen lo mejor de nuestra humanidad.

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¿Qué has aprendido este verano? ¿Cómo se acercó a su estancia en cuarentena?