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Muchos líderes sociales toman en cuenta la empatía. Pero, ¿cuántos realmente la practican? Si quieres ser líder, debes abrazar la empatía.
La empatía no es «¡Ay Bendito!»
La empatía es un rasgo de personalidad y una habilidad. Es la capacidad de comprender verdaderamente la perspectiva de otra persona. Mucha gente lo confunde con simpatía, el puertorriqueño: «ay bendito» («oh, pobre de ti»). De alguna manera, la empatía es lo opuesto a la simpatía. Cuando simpatizas, sientes a los demás desde tu propia perspectiva. Por el contrario, empatizar es ver las cosas desde su perspectiva, en lugar de la tuya.
La simpatía es fugaz, mientras que la empatía genera credibilidad y confianza.
3 elementos de empatía
La verdadera empatía requiere dominio en los siguientes 3 aspectos:
Comprensión
El primer elemento de la empatía es entender a alguien. Esto es cierto tanto en la conversación directa como a través del discurso público. Intentas comprender lo que la otra persona dice, siente y piensa.
La comprensión empática requiere que hagas muchas preguntas. Se trata de practicar la escucha activa. ¡No asumas nada ! Solo escucha. Piensa en lo que se dice o no se dice. Analiza el contexto de la situación de la otra persona.
Recuerda que comprender y estar de acuerdo son dos cosas diferentes. Puedes estar de acuerdo («sí, está bien»), sin entender nada realmente. Por otro lado, puedes obtener el punto de vista de la otra persona y tener tu propia perspectiva diferente.
Demostrar comprensión
El siguiente elemento de la empatía es mostrarle a la otra persona que realmente la entendiste. Este paso es crítico en la construcción de relaciones. Depende que la otra persona crea que realmente entendiste. Muchos líderes fallan en esto al ofrecer frases vacías que carecen de profundidad y autenticidad.
Tu mayor herramienta para demostrar comprensión es la autenticidad. Debes estar presente, ser real, hacer contacto visual, reaccionar y parafrasear. Sé vulnerable. Espera a que la otra persona confirme la comprensión mutua.
Una distinción importante que debes hacer es que demostrar comprensión no es lo mismo que apaciguar. Decir lo que crees que la otra persona quiere escuchar no es empatía.
Convertir el entendimiento en acción
¡Acción! Es el componente más importante de la empatía. ¡Sin embargo, muchos lo olvidan! Una vez que lo has entendido y demostrado, ¿qué haces? Es hora de hablar y actuar de acuerdo con ese entendimiento. Las palabras empáticas no tienen sentido, si no haces nada para reforzarlas.
La gente sigue a los líderes que los entienden y lo muestran a través de palabras y acciones. Por lo tanto, la acción empática consolida la confianza a largo plazo.
Practica estos 3 elementos de empatía con todos en tu vida: tu familia, amigos, compañeros de trabajo, clientes, comunidad y partes interesadas. De eso se trata ser un líder social.
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